Aumento de aranceles: los ministros europeos se reunieron el jueves en París para "mantener el acero"
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La industria siderúrgica europea, que emplea a más de 300.000 personas, está preocupada por el aumento del 25% de los aranceles aduaneros decretado por la administración Trump en Estados Unidos. El sector ya viene sufriendo desde el año pasado la sobreproducción china de acero de bajo coste y los elevados precios de la energía en Europa.
Sin embargo, incluso antes del anuncio de Donald Trump, el gigante siderúrgico alemán Thyssenkrupp ya había anunciado miles de supresiones de puestos de trabajo hasta finales de 2024. El número dos mundial, ArcelorMittal, también ha anunciado el cierre de plantas en Francia y ha suspendido un proyecto de inversión de 1.800 millones de euros para la descarbonización del acero en Dunkerque (norte de Francia), uno de los mayores altos hornos de Europa.
Ante esta situación, la peor crisis desde 2009 según los profesionales del sector, los ministros de Industria europeos se reunirán el jueves en París para discutir las medidas a tomar para "garantizar el mantenimiento" de la producción de acero en Europa.
A finales de 2024, los fabricantes de acero dieron la voz de alarma pidiendo un plan de acción para la industria siderúrgica europea. De lo contrario, los cierres de plantas "simplemente continuarán, si no se encuentran medidas rápidas", según Eurofer, la organización que reúne a los principales productores de acero de Europa.
"Las condiciones económicas y geopolíticas que han afectado al mercado europeo del acero durante los dos últimos años no muestran signos de mejora y han acentuado aún más su impacto negativo sobre el sector en 2024. La creciente incertidumbre sigue pesando también sobre 2025 y 2026", precisa la organización, explicando que las perspectivas dependen de desarrollos impredecibles, en particular en lo que respecta al comercio internacional.
Según las últimas perspectivas económicas y del mercado siderúrgico de Eurofer, la recesión del consumo aparente de acero en 2024 será más fuerte de lo esperado (-2,3%, en lugar de -1,8%) y la recuperación esperada en 2025 se ha revisado a la baja (+2,2%, en lugar de +3,8%).
De manera similar, la recesión en los sectores que utilizan acero se ha revisado a la baja para 2024 (-3,3% en lugar de -2,7%), mientras que las proyecciones de crecimiento para 2025 también se han revisado a la baja (+0,9% en lugar de +1,6%). No se espera una cierta aceleración antes de 2026 (+2,1%). Las importaciones de acero se mantienen en niveles históricamente altos (28%), incluso en el tercer trimestre de 2024.
"Ya no podemos afrontar una situación en la que factores externos que escapan al control de los fabricantes de acero (dumping masivo de acero, precios no competitivos de la energía y del carbono, colapso de la demanda, tensiones comerciales y geopolíticas) socaven estructuralmente nuestra industria", añade Eurofer.
Este encuentro, por iniciativa del ministro francés de Industria, Marc Ferracci, y de su homólogo italiano, Adolfo Urso, ministro de Empresa y Made in Italy, se celebrará "en presencia de la presidencia polaca del Consejo de la Unión Europea", indicó Bercy. Están invitados unos quince países productores de acero, entre ellos Polonia, Italia, España, Luxemburgo, Eslovaquia, Grecia, Finlandia, Austria, Hungría, Suecia, Países Bajos, Rumania, Bélgica y Eslovenia.
Por el momento, el ejecutivo europeo ya ha subrayado que los impuestos estadounidenses "no están justificados" y que serían "ilegales" y contraproducentes a nivel económico. Los participantes desean "compartir" los hallazgos y soluciones con otros actores de la industria siderúrgica, "tanto empresas como sindicatos". Esta reunión debería concluir con una declaración conjunta sobre el acero con propuestas concretas, subrayó Bercy.
La profesión pide en particular "medidas para reforzar y garantizar la aplicación efectiva de los instrumentos de defensa comercial de la UE con el fin de poner fin a las prácticas comerciales desleales y la elusión" o "la mejora de la Medida de Ajuste en Frontera del Carbono (CBAM) con el fin de prevenir la elusión, la transferencia de recursos y la deslocalización de sectores posteriores, y preservar las exportaciones de acero de la UE", pero también para "reducir los costes de la energía".
Le Parisien